jueves, 28 de abril de 2011

RESUMEN DEL LIBRO "EL CONTRATO SOCIAL DE J. J. ROUSSEAU


Resumen del libro "El contrato Social" de Juan Jacobo Rousseau.

Resumen
Esta obra, escrita por Juan Jacobo Rousseau, es un ensayo de filosofía política y habla como principales puntos rectores, la libertad y la semejanza que hay dentro de cada uno de los individuos de las sociedades, pasando por las diferentes etapas y formas de gobiernos de las mismas. El ensayo original consta de cuatro libros y en los que cada uno enfatiza cada capítulo con una idea central, pero que llevan a un objetivo conciso en cada uno de ellos.
Este trabajo se limita a resumir el libro tratando de indicar cuáles son las ideas centrales en cada parte del mismo.
En el primer libro Rousseau parte de la tesis que supone que todos los hombres nacen libres e iguales por naturaleza. Nos habla del estado originario del hombre, afirma que la familia es el primer modelo de sociedad política. El autor toma contraparte en la afirmación del derecho del más fuerte, no comparte ideología con esta y afirma que dicha filosofía es incorrecta. Después de hablar sobre la inhumanidad de la esclavitud y sobre el derecho de los demás sobre una persona, que son nulos, nos indica que es un pacto social; y dice: Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general, recibiendo a cada miembro como parte indivisible del todo.
El autor del ensayo original distingue tres tipos de libertades: la libertad natural, que es la que se pierde tras el contrato, la libertad civil que está limitada por la voluntad general y la libertad moral, "que es la única que convierte al hombre en amo de sí mismo. El pacto social convierte en iguales a los hombres por convención y derecho.
En el segundo libro se encarga de definir sobre todo del concepto de "voluntad general". Al ejercicio de esta voluntad lo llama Rousseau "soberanía", destacando su inalienabilidad e indivisibilidad. También analiza las nociones de "ley", que no sería otra cosa que un acto de la voluntad general, es decir, donde el "pueblo" sería el "legislador".
Otro aspecto importante que se toca es este libro es la clasificación que se dan de las leyes, el autor las divide en tres leyes principales, que son leyes políticas, leyes civiles y leyes penales, pero anexa una más, no como ley natural, si no como parte de lo que se encarga de regir a la sociedad, como lo son las costumbres y raíces de la misma.
En el tercer libro, que es el más extenso, se ocupa fundamentalmente del gobierno y de sus formas. El gobierno es "un cuerpo intermedio establecido entre los súbditos y el soberano para su mutua correspondencia, encargado de la ejecución de las leyes y del mantenimiento de la libertad, tanto civil como política". El gobierno no es otra cosa que el ejercicio legítimo del poder ejecutivo. El poder legislativo, por su parte, siempre pertenece al pueblo y sólo puede pertenecer a él.
En este mismo libro, se encarga de definir y clasificar las diferentes formas de gobierno, sin afirmar que alguna sea mejor que otra, pero si diciendo cual puede ser mas efectiva dependiendo de las condiciones sociales, y dice que la forma de gobierno mas efectiva es aquella que preserva el objetivo primordial de los pactos sociales, que es la conservación y multiplicación de la especie humana.
En el último libro, el cuarto, comienza hablando de la bondad y rectitud de los hombres sencillos. Éstos necesitan pocas leyes. Vuelve a insistir en la noción de voluntad general, la voluntad constante de todos los miembros del Estado.
Tras hablar de las elecciones, hace un largo capítulo sobre la historia de Roma y, a continuación, defiende la necesidad de la dictadura como elemento para prevenir y solucionar los momentos de crisis en las repúblicas. También entiende que es necesaria la censura, que es la manifestación de la opinión pública. Al final de este capítulo ataca a la religión cristiana, pues es incompatible con la libertad; lo cristiano es opuesto a la república. Rousseau aboga por una profesión de fe completamente civil y propone frente a los dogmas de religión las normas de sociabilidad.
Esto es de lo principal que se habla en la obra se Rousseau, y por tanto, de lo que trato de resumir en esta presentación escrita.
Tratando de resaltar los puntos importante y donde el autor del libro "el contrato social" puso énfasis.
Palabras claves.
·         Soberano.
·         Contrato.
·         Legislación.
·         Voluntad.
·         Sociedad.
Sistema.
Derecho.
Libro I
El hombre es libre por naturaleza, sin embargo, las circunstancias sociales lo mantienen atado; aquel que nace obligado a obedecer y obedece hace bien, pero si es capaz de enfrentarse a su esclavitud y superarla, obra mucho mejor aun. Así demuestra que fue creado para disfrutar de la libertad, si no tiene derecho de discutirla.
Las primera sociedad, por naturaleza es la familia, aunque el lazo se rompe al terminarse la necesidad de un hijo hacia un padre, comúnmente sigue habiendo una relación que sin forzosa ni natural, es más un convenio; así pues toda sociedad es un convenio. El cual tiene jefes y subordinados. Y aunque unos nacen para mandar y otros para ser esclavos, no es porque haya distinción, es solo porque así ha existido.
El derecho sobre los demás jamás significara nada si emana de la fuerza, ya que esta palabra significa potencia física, y si alguien sucumbe ante la fuerza, no es un acto de obediencia, si no un acto de necesidad o prudencia, así que el derecho no nace de la fuerza, ni se está obligado a obedecer, además, si la razón está dada por el derecho ante los demás, significa que cada que hubiese alguien más fuerte la razón cambiaria de significado, no teniendo jamás un sentido común, por lo que las relaciones no podrían darse.
El derecho de esclavizar a las personas no la da la superioridad en fuerza, la esclavitud no es parte de la naturaleza social y mucho menos de la naturaleza humana. Ni la guerra da el derecho de esclavitud, solo el de obediencia, el derecho de matar a los enemigos en una guerra pueblo a pueblo es sensato, solo cuando este tiene arma en mano, en caso contrario, la matanza es inhumana y sin sentido.
La sobrevivencia individual de las personas sería imposible; así que la única forma de lograrlo es unir fuerzas. Muchos hombres forman parte de un todo a favor de un bien común, esto es el pacto social, pero cuando el pacto se rompe y se deshace la alianza, cada individuo recupera su naturaleza primitiva; la libertad. Pero como el objetivo es colectivo, no debería haber intereses personales en un pacto social, impidiendo así que se desintegre, pero si los hay, entonces ese pacto social es tiranía.
La soberanía de cada individuo se encuentra dentro de una sociedad, existe esa alianza que obliga al individuo a actuar bajo el bien común, pero esto no significa que tenga que estar de acurdo con todo, sin embargo no puede incluir un interés personal hacia el resultado de la búsqueda del bien común.
Lo que pierde el hombre por el contrato social es su libertad natural y un derecho ilimitado a todo lo que intenta y puede alcanzar; lo que gana en él mismo es la libertad civil y la propiedad a todo lo que posee.
El derecho de primer ocupante, aunque más real que el del más fuerte, no llega a ser un verdadero derecho sino después de establecer la propiedad. Todo hombre tiene naturalmente derecho a lo que le es necesario; pero el acto positivo que le hace propietario de algún bien le excluye de todo lo que queda. Esto es que, cada individuo tiene derecho a poseer algo, pero para esto, no debe tener ya un dueño, que solo se acupe lo necesario para vivir, y que se acupe por medio del trabajo y no de simples actos vanos como la compra.
Libro II
La soberanía es inalienable porque es el ejercicio de la voluntad general, jamás deberá separarse del individuo miembro de una sociedad, y que el soberano, que no es mas que un ser colectivo no puede ser representado por alguien mas, solo por el mismo; el poder se transmite, pero no la voluntad. Aunque no es imposible que la voluntad personal sea igual que la voluntad colectiva, si es imposible que este acuerdo este presente siempre; aunque si esto llegara a ocurrir seria solo coincidencia y no parte del proceso.
La soberanía también es indivisible porque cada persona tiene voluntad y esta crea una voluntad general, la declaración de esta voluntad es soberanía y por tanto es ley. No se puede dividir la soberanía en su concepto, por lo que muy a menudo lo hacen en su objetivo, es como si dividieran a una persona, a uno les toca una parte, y muchos políticos lo hacen a los ojos de todo el pueblo.
La voluntad general es recta y tiende constantemente a la utilidad publica; pero no siempre las deliberaciones del pueblo tengan la misma rectitud, Siempre quiere uno su bien, pero no se lo ve siempre bien; nunca se corrompe al pueblo, pero se le engaña a menudo, y entonces es cuando parece querer lo que es malo. Asi pues, para tener una buena voluntad publica general, es necesario que no existan sociedades dentro de los estados, si no que cada persona opine de acuerdo con su modo de pensar.
El pacto social da al cuerpo político poder absoluto sobre todos los suyos, este mismo poder, que dirigido por la voluntad general, toma el nombre de soberanía. Cada individuo enajena, mediante el pacto social, bienes y libertad, pero el mismo ciudadano es el juez que juzga estas necesidades.
El contrato social tiene como fin la conservación de los contratantes, se quiere conservar la vida a expensas de los demás, pero también se debe exponerse por los demás cuando sea necesario. Cuando el estado le dice a un individuo que para el bien de la comunidad debe morir, morirá, por que a expensa de ella había vivido en calma, y su vida ya no es un derecho natural, si no un convenio con el estado. En el contrato social no se dispone de la propia vida, solo se garantiza. Cuando se aplica la pena de muerte, se le hace como enemigo, no como ciudadano, pues el malhechor ataca las leyes del estado y le declara la guerra. En un estado bien gobernado hay pocos castigos, no por que se exoneren muchas cosas, si no por que hay pocos criminales.
Es necesario que haya contratos y leyes para unir los derechos a los deberes y conducir la justicia a su objeto. Las leyes son realmente las condiciones de la asociación civil. El pueblo sumiso a las leyes debe ser el autor de las mismas.
Para elegir las leyes soberanas que son necesarias para la nación, sería necesaria una inteligencia superior capaz de conocer todas las reacciones humanas sin experimentar ninguna. El legislador es el mecánico que inventa la maquina y el que le da movimiento. El legislador es un hombre extraordinario en el estado, no solo por su cargo si no también por su inteligencia. El que manda a los hombres no debe mandar a las leyes, el que manda a éstas o debe mandar a los hombres; de otro modo sus leyes, dirigido de sus pasiones, no harían a menudo sino perpetuar sus injusticias: el legislador no podría evitar nunca que intereses particulares alterasen la soberanía de su obra. El legislador antes de levantar leyes examina al pueblo, para destinar las que crea convenientes y el pueblo pueda soportarlas.
El pueblo no es más que el lugar y las personas que serán gobernadas, de aquí radica el poder que tendrá dicha nación, el pueblo debe ser disciplinado para poder alcanzar grandes metas, un pueblo con costumbres y vicios arraigados es un problema muy grande querer corregirlo. El pueblo pasa por etapa de juventud y de madures, comúnmente en la etapa joven es donde el pueblo es mas dócil, en la madurez es incorregible.
Los pueblos, al igual que las personas, tienen un tamaño natural, ni tan grande para poder ser gobernado, ni tan pequeño para que garantice su existencia. Fuera de estos parámetros se consideran gigantes o enanos, pero que al paso del tiempo, tienden a extinguirse. En todo cuerpo político hay un maximun de fuerza, el cual al superarse, los lazos sociales se dilatan, y a mayor dilatación más debilitación del mismo, así que proporcionalmente, un estado pequeño es más fuerte que uno grande.
Un cuerpo político (estado) puede medirse de dos maneras, por su extensión territorial y por el número de habitantes. La proporción para un estado ideal imposible de dignar, pues depende mucho de factores como la fertilidad de la tierra, del nivel de consumismo del pueblo, de fertilidad de las mujeres, etc. Pero es aquí donde aplica lo del nivel maximun de gobierno, cuando hay demasiado terreno, la vigilancia se vuelve pesada, la producción insuficiente innecesaria. Siendo esta la causa de guerras defensivas; y cuando el terreno es escaso, el estado se halla por necesidad la adquisición de nuevas tierras, entrando así en guerras ofensivas con sus vecinos.
Todos los sistemas de legislación... se reduce a dos objetos principales: Libertad e igualdad. La legislación debe siempre procurar la igualdad no de poder ni riqueza, si no que los ciudadanos estén libres de toda violencia y que no se ejerza jamás solo que para cumplir las leyes. La legislación no es igual para todos los pueblos, pues dependen de la actitud de su pueblo para obedecerla.
Para ordenar el todo, existen diversas relaciones que es preciso considerar, la primera es la acción de obrar el todo por el todo, o del soberano para con el estado. Las leyes que regulan las relaciones del todo se les conocen como leyes políticas o fundamentales. Las que regulan las relaciones entre los soberanos o el soberano con el cuerpo entero se les conoce como leyes civiles, otro tipo de leyes son las leyes penales, que son las que dan relación entre el miembro de la sociedad con la desobediencia y el castigo al que conlleva esta; son las sanciones. A estos tres tipos de leyes, se le suma una más que es la de mayor importancia, y que es la que la mayoría de los políticos ignora, se habla de los usos, costumbres y opiniones, que al fin y al cabo, son las que rigen el comportamiento de la sociedad.
Libro III
El gobierno no es más que un cuerpo intermediario establecido entre los súbditos y soberanos para su mutua comunicación, encargado de la ejecución de las leyes y del mantenimiento de la libertad, tanto civil como política. Los miembros de estos cuerpos se llaman magistrados o reyes; es decir, gobernadores. En el gobierno se distinguen dos partes que mueven el poder, uno lo conocemos como el poder legislativo y el otro como el poder ejecutivo. El poder legislativo pertenece al pueblo, pero el poder ejecutivo no puede pertenecer a la generalidad ni a la soberanía, porque este poder se basa en actos particulares que no son la base de la ley, pero que rigen a la sociedad. El gobierno, para ser bueno, tiene que ser mas fuerte conforme su población crece. Además debe haber un equilibrio, el gobierno debe disponer de gran fuerza para contener al pueblo mientras que el cuerpo soberano debe ser igual de fuerte para contener al gobierno. Aunque es necesario que en el gobierno haya un yo particular con sensibilidad propia que tienda a la conservación, existen asambleas, consejos etc, que ayudan a deliberar y resolver problemas para que no haya intereses propios arraigados en el mando.
En una legislación perfecta, la voluntad propia debe ser nula; la voluntad común, propia del gobierno, debe estar muy subordinada; y, por lo tanto, la voluntad general debe ser la dominante y constituir la regla única de las otras. En el orden natural, distinto al ideal, la voluntad general es siempre la más débil, la del cuerpo ocupa el segundo rango y la partícula el primero de todo. El gobierno se debilita a medida que los magistrados crecen, también mientas mas se incrementa el pueblo, mas la fuerza reprimida.
La división del gobierno se efectúa de la siguiente forma: la parte soberana es la mayoría, cuando hay más soberanos magistrados que simples individuos a esto se le conoce como democracia. Cuando hay más simples ciudadanos y el poder queda en mano de la minoría, a esto se le conoce como aristocracia. Y cuando todo el poder queda en mano de un solo magistrado, se le denomina monarquía. Existen mas formas de gobiernos, cuando un gobierno se subdivide y se combinan las formas de gobiernos estas se multiplican y salen nuevas formas para gobernar. Siempre se ha deliberado que si cual es la mejor forma de gobierno, lo que no se ha considerado es que cada una es mejor en diferente tiempo y en diferente circunstancias y en otras la peor.
En la democracia, es donde las decisiones son tomadas por el mayor número de personas. No es bueno que el que hace la ley las ejecute. Nada es tan peligroso como las influencias privadas en los negocios públicos. No ha existido ni existirá jamás una verdadera democracia, es contra las leyes naturales que el mayor numero de personas gobiernen y que un menor numero sea gobernado. Un gobierno tan perfecto no es propio de hombres.
La aristocracia, es donde la minoría del pueblo gobierna a una mayoría. En la aristocracia, existen dos voluntades generales, una con relación a todos los ciudadanos, y la otra de todos los miembros de la administración. Existen tres clases de aristocracias, natural, electiva y hereditaria, la primera es propia de los pueblos pequeños, la tercera es la peor que puede existir, y la mejor, propiamente dicha, es la segunda, donde se eligen a los gobernantes.
En la monarquía se considera a un solo soberano como poseedor de todo el poder, único en disponer las condiciones de las leyes, llamado monarca o rey. Este individuo representa una colectividad moral, la voluntad del pueblo, del príncipe, la fuerza publica del estado y particular del gobierno se ven reflejados en el mismo ente. En este sistema de gobierno, todo se dirige hacia un mismo fin, pero que nunca es la felicidad del pueblo, y constantemente se cambia la administración en perjuicio del pueblo. La filosofía monárquica marca que los reyes quieren ser tiranos, para dejar huella, además de que buscan que el pueblo sea miserable y débil para evitar que este se le resista, los gobiernan a partir del miedo.
No existe gobierno cuya forma sea simple, es necesario que un jefe único tenga magistrados y que un gobierno popular tenga un jefe único, así en la participación del poder ejecutivo existen varios niveles, donde el inferior depende el superior y viceversa. La forma simple de gobierno es buena por el simple hecho de ser simple, pero cuando este no se da abasto es necesario dividir el gobierno, por lo cual concluimos que la forma de gobierno ideal tiene mucho que ver con el pueblo y la situación en la que se esté.
La libertad no es fruto de todos los climas, y por lo tanto no está al alcance de todos los pueblos. Las diferentes formas de gobiernos encajan mejor en diferentes circunstancias y en diferentes ambientes, en la democracia, el pueblo sufre menos, pero su producción es menor, la aristocracia, el pueblo es relativamente más castigado, pero son pueblos medianos, y en la monarquía, cae todo el peso del sufrimiento en el ciudadano, pero son pueblos muy grandes y prósperos. He aquí porque cada forma de gobierno encaja mejor en una diferente circunstancia.
Determinar cuál es la mejor forma de gobierno no es una tarea ni fácil no posible, por las ya aclaradas circunstancias. Pero determinar si el gobierno que se tiene va por buen camino es relativamente sencillo, si volvemos a las bases de las asociaciones, y recordamos cual es el punto principal de estas, que es la supervivencia de los soberanos, podemos decir que un pueblo que se multiplica y crece, sin importar el régimen que tenga, va por buen camino, mientas que otro que se declina y muere, va por mal camino.
En el momento en que el gobierno usurpa la soberanía, el contrato social se rompe; y los simples ciudadanos que entran por derecho en su libertad natural tienen que obedecer no por obligación, sino por violencia. Es entonces cuando el estado puede entrar en disolución, esto puede ocurrir de dos maneras: primeramente cuando el gobernante no administra el pueblo de acuerdo a las leyes y usurpa el poder soberano, y este se vuelve dueño y tirano del pueblo. O cuando los miembros del gobierno usurpan el poder que deben ejercer en conjunto, infracción de las leyes que produce desorden.
Es parte de la inclinación natural que los gobiernos mueran, si los imperios mas poderosos han decaído, por que esperar que alguno perdure para siempre. Como todo gobierno lo que da vida es la soberanía, donde las leyes envejecen pueden asegurarse que no hay poder legislativo y que el Estado ha muerto.
Poblar uniformemente el territorio, establecer en todo él los mismos derechos; llevar a todas partes la abundancia y la vida; así es como el Estado será a un tiempo el más fuerte y el mejor gobernado. Recordar d que los muros de las ciudades se forman solamente con los restos de las casas del campo. Como analogía, diremos que, cuando se ve levantar en la capital de un país un palacio para el gobernante, se puede ver la caída del mismo.
No hay necesidad de encerrase entre muros para sobrevivir, es necesario darle identidad a la nación para lograr la conservación del Estado.
El gobierno no tiene jurisdicción cuando el pueblo se encuentra frente a éste, porque "allí donde se encuentra el representado ya no hay representante.
Toda ley que no haya sido ratificada por el pueblo en persona es nula, y no es ley. Puede reunirse el poder exterior de un gran pueblo con la administración fácil y con el buen orden de un Estado pequeño. Es necesario que el individuo no sea apático con el llevar de la nación y que toda ley que conlleva este propósito tiene que ser ratificada por el pueblo en persona, caso contrario esta no es valedero. Establecer a la nación en Estados pequeños donde la administración de todo cuanto sea ha de ser mas fácil, y se detiene en ofrecer un estudio mas amplio respecto de la confederaciones y sus principios.
Hay sólo un contrato en el Estado y es el de la asociación; y éste excluye todos los demás. El Estado no existe si no por un contrato estipulado, entre El Estado, Ley y Ciudadanía, además de los cuerpos de administración de dar leyes y de ejecutarlas.
Libro IV
Mientras que varios hombres reunidos se consideren como un solo cuerpo, no tienen sino una sola voluntad, que se refiere a la conservación común y el bienestar general. Entonces todos los resortes del Estado son sencillos y vigorosos; sus máximas son claras y luminosas; no existen intereses embrollados no contradictorios; el bien común se muestra evidente en todas partes..."
Es necesario que el acto soberano del voto se ejerce con toda libertad, así como el de opinión, proponer, de dividir y de discutir, estas son voluntades que van ah a vigorizar al Estado y lograr una existencia holgada.
"El hombre, nacido libre, es dueño de sí mismo, y nadie puede, bajo ningún pretexto, someterlo sin su consentimiento."
Es de necesidad que el hombre, que no es más que parte del pueblo pueda ejercer su derecho a voto, afín de que exista un Estado de derecho, de elección universal que le va a dar la necesaria autoridad para existir. Para la elección se necesita de la inteligencia propia, para la suerte bastará solo el buen sentido, la justicia y la integridad, sea uno u otro hay que asegurar que todo el universo del pueblo esté presente en estas elecciones, se describe como esto también se manejaba políticamente, que cada asunto o peculiaridad, eran usadas a provecho muy personal.
Las tribus de la ciudad que estaban más a la mano fueron a menudo más fuertes en los comicios, y vendieron el Estado a los que compraban los votos de la canalla que componían aquellas. Describe la forma de organización comunal que tenían los romanos a fin de tener los comicios mas organizados de la época, así se organizaban den curias, decurias, centurias y cantones. Eran interesantes las técnicas de voto como el secreto y público, sus pros y contras, además que aun allí ya existía que los votos se vendían y así se compraban y vendían decisiones y consciencias. Este mal ya era realidad aquellos días, a hoy esto se a refinado muy técnicamente, pero tienen al mismo actor repugnante, al hombre.
El tribunado, es el conservador de las leyes y del poder legislativo. Sirve algunas veces para proteger al soberano contra el gobierno, otras para sostener al gobierno contra el pueblo. También para mantener el equilibrio de una parte y de otra. Es mas sagrado y reverenciado, como defensor de las leyes, que el príncipe que las ejecuta y el soberano que las da."
El tribuno obra de acuerdo al poder de la ley, y es imparcial a la existencia de la constitución. En la crisis que hacen establecer la dictadura, el Estado es pronto salvado o destruido, y pasada la apremiante necesidad, la dictadura se hace tiránica o inútil. A pesar que nunca se debe de detener la sagrada fuerza de las leyes, hay tiempos donde por la salud de la patria, la ley da paso a la designación de un dictador para sanar a la patria de un eminente ruptura del gobierno, el mandato era defender la patria sin atentar contra ella, para ello el tiempo de permanencia del dictador debería ser muy corto, así se le daba a éste sólo el tiempo para lo cual se le nombró. Así como la declaración de la voluntad general se manifiesta por la ley, así la declaración del juicio público se manifiesta por la censura. La opinión pública es una especie de ley cuyo censor es el ministro. Es necesario tener una estima muy elevada para censurar al Estado. A veces el pueblo aún no lo puede hacer por que el mismo estaría censurándose, y solo sirviera para conservar las costumbres y opiniones rectas. Los hombres no tuvieron al principio otros reyes que los dioses, no otro gobierno que el teocrático. Se describe a un pueblo muy religioso, que tenían muchos dioses, resalta las circunstancias de la venida de Jesús, a establecer un reino espiritual sobre la tierra, la separación saludable del Estado a la religión. Pues este reino de Jesús era de otro mundo.
Las religiones que debe haber dentro de un pueblo son:
·         La religión del hombre, esta no tiene templos, altares ni ritos, su culto es interior del Dios supremo, a los deberes eternos de la moral, es en resumen la religión pura del evangelio.
·         La religión del ciudadano, es asentada en determinado país, da a éste sus dioses, sus tutelares, tiene dogmas y sus cultos prescritos por leyes, los que lo hacen fuera son infieles.
·         La religión extravagante, que da a los hombres dos legislaciones, dos jefes, dos patrias, y que los somete a deberes contradictorios, resulta de esto una especie de derecho mixto e insociable, que no tiene nombre.
Considera políticamente estas tres clases de religión. Y concluye el tema aún mas excelente: no hay ni puede haber religión exclusivas, se deben tolerar todas las tolerantes, con tal de que sus dogmas no se opongan a los deberes del ciudadano.
Esta obra, a pesar de tener algunos años ya de haber sido escrita, es muy explícita a la hora de definir qué es y cómo funciona una sociedad, parte de los puntos básicos de la misma, trata de explicar, aunque con un lenguaje un tanto especializado, los conceptos generales, además profundiza y marca especial interés en los mismos.
Una obra muy completa que nos enseña cual es la forma de gobierno, como se clasifican, cómo interactúan, para que sirven, como se crearon, cuáles han sido sus filosofías, las condiciones en las que se han desarrollado. Por que funcionan así, cuáles han sido sus objetivos, la funcionalidad que han tenido.
Podemos identificar como un gobierno es funcional o disfuncional, la razón de ser del mismo, la filosofía en que se maneja y muchos aspectos más del mismo.
Cuando nos marca el ejemplo acerca de la diferencia entre un gobierno democrático y otro aristocrático, es cuando podemos identificar la funcionalidad de los sistemas de gobierno, y el por qué no se puede decir cuando un sistema es mejor que otro, porque cada uno es bueno, de acuerdo al punto de vista que se esté planteando, además de cuales sean los objetivos o el rumbo que deba dicho pueblo.
También nos explica el por qué un gobierno no puede ser perfecto, y es por el simple hecho que tal perfección no se encuentra dentro de la naturaleza humana, todo régimen de leyes perfectas vienen de dios, y si los humanos tuviéramos la capacidad de recibir órdenes de desde tan alto, no habría la necesidad de crear alianzas como lo son los pueblos.
En la obra de Rousseau, también nos dice cuales deben ser las condiciones necesarias para que un pueblo pueda subsistir por varios años, pero no es tardío en aclarar que la eternidad en un pueblo es simplemente inexistente, si las potencias más poderosas han caído sin importar cual tarde o temprano, eso nos garantiza que ningún pueblo existirá por siempre, además enfatiza que cuando la voluntad general del pueblo comienza a ser desplazada por los intereses personales de uno o de unos cuantos es cuando el pueblo se va de pique en la decadencia.
Así pues, he presentado la obra del gran filósofo político Juan Jacobo Rousseau, tratando de no excluir ninguno de los puntos importantes que el manejo en su recopilación y descripción de conceptos y datos.
A mi parecer, esta es una obra especializada pero que esta dirigida no solo para conocedores del tema, pues lleva de la mano al ir hilando todos los conceptos dirigiéndonos hasta donde el autor nos quiere llevar.
Pero es una obra difícil de seguir, pues maneja demasiados conceptos que no están incluidos dentro del lenguaje común y que no son dominio de cualquier persona. Por lo que en lo personal, me fue muy difícil tratar de entender la gran cantidad de analogías y reflexiones del autor.
Mi diccionario de la real academia española 23º edición fue mi compañero de lectura, pues necesite en repetidas ocasiones buscar cual era el concepto de palabras que en mi vida había escuchado, pero me fue de mucho aporte en mi cultura persona, pues al investigarlas encontré nuevas y refinadas formas de decir que una cosa es difícil (oneroso) y muchas que por el momento se me pasan por alto, pero creo recordare, si no para el resto de mi vida, si por algún tiempo.
Rousseau es un autor que disfruta de rebuscar palabras, y que lleva la literatura hasta un nivel más elevado que la literatura común, pero que no deja al lector con dudas, pues cita a tiempo cuando está siendo contradictorio en su obra, o cuando está utilizando aportes directos de otras obras.
Para el tiempo que tuve para leer la obra, que en lo personal fue un poco corto, trate de digerir todos sus conceptos e ideas, pero algunas me quedaron en el aire, pues a pesar de saber el significado de las palabras, el orden en que las ponía y la manera de expresarlas no son de toda mi comprensión, pero creo haber comprendido parte significativa de la misma.
Quizá no pueda expresar con claridad las mismas ideas que maneja el autor, pero al menos voy encaminado a ello.
Al realizar el trabajo, trate de ser lo más explicito posible, pero es un poco tedioso tratar de sacar la idea principal en cada capítulo, incluso algunos son un tanto repetitivos o continuaciones del anterior, por lo que complican identificar cual es la orientación principal del mismo.
Sin mas ideas que aportar, doy por concluido mi trabajo, no sin antes mencionar que es una obra un poco complicada que le daré una segunda lectura para tratar de terminar de comprender, pero ya con más calma, que me dé tiempo de analizar y sacar bien definida mi conclusión.

lunes, 18 de abril de 2011

DERECHOS FUNDAMENTALES

DERECHOS FUNDAMENTALES
Concepto.
Los Derechos Humanos son el conjunto de prerrogativas inherentes a la naturaleza de la persona, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral del individuo que vive en una sociedad jurídicamente organizada. Estos derechos, establecidos en la Constitución y en las leyes, deben ser reconocidos y garantizados por el Estado.

Todos estamos obligados a respetar los Derechos Humanos de las demás personas. Sin embargo, según el mandato constitucional, quienes tienen mayor responsabilidad en este sentido son las autoridades gubernamentales, es decir, los hombres y mujeres que ejercen la función de servidores públicos.

La tarea de proteger los Derechos Humanos representa para el Estado la exigencia de proveer y mantener las condiciones necesarias para que, dentro de una situación de justicia, paz y libertad, las personas puedan gozar realmente de todos sus derechos. El bienestar común supone que el poder público debe hacer todo lo necesario para que, de manera paulatina, sean superadas la desigualdad, la pobreza y la discriminación.






La defensa o la protección de los Derechos Humanos tienen la función de:
Contribuir al desarrollo integral de la persona.
Delimitar, para todas las personas, una esfera de autonomía dentro de la cual puedan actuar libremente, protegidas contra los abusos de autoridades, servidores públicos y de particulares.

Establecer límites a las actuaciones de todos los servidores públicos, sin importar su nivel jerárquico o institución gubernamental, sea Federal, Estatal o Municipal, siempre con el fin de prevenir los abusos de poder, negligencia o simple desconocimiento de la función.

Crear canales y mecanismos de participación que faciliten a todas las personas tomar parte activa en el manejo de los asuntos públicos y en la adopción de las decisiones comunitarias.

Clasificación
Los Derechos Humanos han sido clasificados de diversas maneras, de acuerdo con su naturaleza, origen, contenido y por la materia que refiere. La denominada Tres Generaciones es de carácter histórico y considera cronológicamente su aparición o reconocimiento por parte del orden jurídico normativo de cada país.
Primera generación
Se refiere a los derechos civiles y políticos, también denominados "libertades clásicas". Fueron los primeros que exigió y formuló el pueblo en la Asamblea Nacional durante la Revolución francesa. Este primer grupo lo constituyen los Reclamos que motivaron los principales movimientos revolucionarios en Diversas partes del mundo a finales del siglo XVIII.

Como resultado de esas luchas, esas exigencias fueron consagradas como auténticos derechos y difundidos internacionalmente, entre los cuales figuran:

Toda persona tiene derechos y libertades fundamentales sin distinción de raza, color, idioma, posición social o económica.

Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad jurídica.

Los hombres y las mujeres poseen iguales derechos.
Nadie estará sometido a esclavitud o servidumbre.
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, ni se le podrá ocasionar daño físico, psíquico o moral.
Nadie puede ser molestado arbitrariamente en su vida privada, familiar, domicilio o correspondencia, ni sufrir ataques a su honra o reputación.
Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia.
Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
En caso de persecución política, toda persona tiene derecho a buscar asilo y a disfrutar de él, en cualquier país.
Los hombres y las mujeres tienen derecho a casarse y a decidir el número de hijos que desean.
Todo individuo tiene derecho a la libertad de pensamiento y de religión.
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión de ideas.
Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacífica.
Segunda generación
La constituyen los derechos económicos, sociales y culturales, debido a los cuales, el Estado de Derecho pasa a una etapa superior, es decir, a un Estado Social de Derecho.
De ahí el surgimiento del constitucionalismo social que enfrenta la exigencia de que los derechos sociales y económicos, descritos en las normas constitucionales, sean realmente accesibles y disfrutables. Se demanda un Estado de Bienestar que implemente acciones, programas y estrategias, a fin de lograr que las personas los gocen de manera efectiva, y son:
Toda persona tiene derecho a la seguridad social y a obtener la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales.
Toda persona tiene derecho al trabajo en condiciones equitativas y satisfactorias.
Toda persona tiene derecho a formar sindicatos para la defensa de sus intereses.
Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure a ella y a su familia la salud, alimentación, vestido, vivienda, asistencia médica
y los servicios sociales necesarios.
Toda persona tiene derecho a la salud física y mental.
Durante la maternidad y la infancia toda persona tiene derecho a cuidados y asistencia especiales.
Toda persona tiene derecho a la educación en sus diversas modalidades.
La educación primaria y secundaria es obligatoria y gratuita.
Tercera generación
Este grupo fue promovido a partir de la década de los setenta para incentivar el progreso social y elevar el nivel de vida de todos los pueblos, en un marco de respeto y colaboración mutua entre las distintas naciones de la comunidad internacional. Entre otros, destacan los relacionados con:
La autodeterminación.
La independencia económica y política.
La identidad nacional y cultural.
La paz.
La coexistencia pacífica.
El entendimiento y confianza.
La cooperación internacional y regional.
La justicia internacional.
El uso de los avances de las ciencias y la tecnología.
La solución de los problemas alimenticios, demográficos, educativos y ecológicos.
El medio ambiente.
El patrimonio común de la humanidad.
El desarrollo que permita una vida digna.
Grupos vulnerables
Son aquellos grupos o comunidades que, por circunstancias de pobreza, origen étnico, estado de salud, edad, género o discapacidad, se encuentran en una situación de mayor indefensión para hacer frente a los problemas que plantea la vida y no cuentan con los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas. La vulnerabilidad coloca a quien la padece en una situación de desventaja en el ejercicio pleno de sus derechos y libertades.
La vulnerabilidad fracciona y, por lo tanto, anula el conjunto de garantías y libertades fundamentales, de tal forma que las personas, grupos y comunidades en esta situación tienen derechos únicamente a nivel formal, ya que en los hechos no se dan las condiciones necesarias para su ejercicio.
Esta circunstancia viola los derechos de los miembros más débiles de la sociedad y los margina, razón por la cual el Estado tiene la responsabilidad de proteger a estas personas, quienes frecuentemente desconocen cuáles son sus derechos, ignoran los medios para hacerlos valer y carecen de los recursos necesarios para acudir ante los sistemas de justicia.
Factores que influyen en la vulnerabilidad:
Falta de igualdad de oportunidades.
Incapacidad para satisfacer sus necesidades básicas.
Desnutrición.
Enfermedad.
Incapacidad de acceder a los servicios públicos.
Marginación.
Características
Son universales porque pertenecen a todas las personas, sin importar su sexo, edad, posición social, partido político, creencia religiosa, origen familiar o condición económica.
Son incondicionales porque únicamente están supeditados a los lineamientos y procedimientos que determinan los límites de los propios derechos, es decir, hasta donde comienzan los derechos de los demás o los justos intereses de la comunidad.
Son inalienables porque no pueden perderse ni transferirse por propia voluntad; son inherentes a la idea de dignidad del hombre.